Wear sunscreen

Aún no os había felicitado el año. Y he aquí que, por esas casualidades bloguísticas - o bitacoreras, inventemos palabros con todas las consecuencias y sin vergüenza, ya que nos ponemos-, un comentario, y de hecho alguno más, en esta bitácora, me llevó al mundo de Paloma, fémina aporreadora de pianos alfabéticos como la que escribe, más constante que la que escribe, y autora de melodías sin discordancias ortográficas, buenos desarrollos argumentales y composición consciente. Sí, todavía existen.

La última entrada en el blog de Paloma Roca contiene el vídeo al comienzo de éste, y me ha parecido maravilloso para empezar el año.

Vaya por delante, y los que me conocéis en la vida al margen de la energía eléctrica lo sabéis, que huyo como de la peste de autoayudas, mensajes sentimentales al corazón de una humanidad que es tan capaz de hacer sufrir de mil formas imaginables, y que todavía no ha entendido hasta qué punto no es necesario y todo sería más fácil y obvio si todos llegáramos a un acuerdo de no agresión. Pero somos la humanidad.

En fin. Me voy por las ramas. Lo cierto es que Paloma comenta que transcribir el vídeo no sería lo mismo, y está en lo cierto, pero he pensado que tal vez no sepa sobre el origen del texto, como yo hasta hace bien poco. Y la vida del mismo es ... cualquier adjetivo que queráis añadir tras conocerla.

La historia tiene hasta una entrada en Wikipedia. Atribuído inicialmente al autor Kurt Vonnegut, su autora real, Mary Schmich, intentando desfacer el entuerto de la leyenda urbana acerca de la autoría del texto, que fue realmente popular, hasta el punto de formar parte de la letra de temas musicales, llegó a pedir disculpas al escritor, que confesó su deseo de que las palabras escritas por la columnista hubieran realmente sido suyas.

En cualquier caso, nunca, repito, nunca, os olvidéis de poneros protección solar. Feliz año. :)