¿Qué pasa en Turquía?
Turquía se ha vuelto a echar a la calle.
Para entender lo que está pasando en el país, hace falta remontarse a los inicios fundacionales del estado turco moderno, allá por principios del siglo XX. Fue entonces cuando Mustafa Kemal Atatürk, oficial del ejército turco y célebre estadista, lideró la Guerra de Independencia Turca, que acabaría dando como resultado la liberación del país, en manos aliadas desde la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, y el establecimiento de la República que hoy conocemos.
Tras la fundación de la república, Kemal Atatürk fue elegido su primer presidente, e inició un plan de ambiciosas reformas a las que en buena parte el país debe su actual estatus internacional. La emancipación de la mujer, la defensa del atuendo occidental, con, por ejemplo, la prohibición del velo femenino, o la instauración del alfabeto latino modificado que hoy conocemos, fueron algunas de las medidas puestas en marcha.
Hoy Turquía, aunque en ocasiones nos sorprende con casos de censura como el sucedido con Youtube este año, y todavía reciben informes dudosos en cuanto a su respeto por los derechos humanos, tiende a mostrarse en muchos aspectos como un estado moderno, para muchos europeizado, sin las constantes intervenciones de los estamentos religiosos en los círculos gubernamentales que estamos acostumbrados a ver en otras regiones de mayoría musulmana.
Precisamente, esta forma turca de tratar la política y la religión es herencia directa de la obsesión de Atatürk por el establecimiento de un estado laico y moderno, obsesión que algunos critican clasificándolo de "extremista secular".
Atatürk sigue siendo hoy en día, un siglo después, un héroe para el pueblo turco, no en vano su sobrenombre significa padre. Es todavía objeto de un reverencial reconocimiento entre los habitantes de la República, su efigie es la imagen de la lira turca, y su herencia intelectual es tomada muy en serio por la población.
Las últimas elecciones, en 2002, empujaron al AKP al gobierno turco y colocaron como Primer Ministro a Recep Tayyip Erdoğan. El AKP (Adalet ve Kalkınma Partisi, 'Partido de la Justicia y el Desarrollo') es un partido conservador moderado, de inicios islamistas y reciente fundación (ganó las elecciones tan sólo un año después de su constitución). El AKP asimiló en su fundación a los miembros del Partido del bienestar (Refah Partisi), ilegalizado desde 1998 por ser netamente islamista.
A pesar de tratarse de un partido de orientación religiosa en un estado que enarbola con orgullo el laicismo como una de sus banderas identificativas, la política llevada a cabo en estos años por el gobierno turco ha ido demostrando, con algunos altibajos y ciertos núcleos de resistencia, que su islamismo se caracterizaba ciertamente por ser de orientación moderada, a pesar de los importantes recelos que levantaron tras ganar las elecciones. Erdoğan lleva intentando en todo su mandato no provocar las iras de los secularistas del país, obteniendo resultados desiguales, todo hay que decirlo. La idea de la existencia de una agenda oculta ha estado presente en la mente de muchos turcos durante la legislatura.
Este a veces tenso equilibrio se ha mantenido hasta que el país ha entrado en el período electivo para el Presidente de la República, que termina su mandato. En una primera votación, el parlamento, en el que es grupo mayoritario el AKP, propuso para el cargo al hasta entonces Ministro de Exteriores Abdullah Gul, considerado un islamista neto. Sin embargo, los partidos de la oposición disputaron la existencia del quórum requerido para llevar a cabo la votación, lo que invalidaría el resultado, y han obtenido el respaldo del Tribunal Constitucional sobre este punto.
El elegido para el cargo de Presidente de la República se convertirá también en Jefe de las fuerzas armadas, algo que introduce un nuevo factor en la crisis. El ejército turco, que por otro lado ha ido perdiendo poder en los últimos años, es el garante de los principios de la República, entre ellos el mantenimiento de un estado secular, y ya ha tomado control del país en otras ocasiones, habiendo desalojado por este motivo a varios gobiernos: en 1997, 1980, 1971 y 1960. De ahí la declaración hecha por el ejército en Abril y la reacción internacional solicitando el respeto de los principios democráticos a las fuerzas armadas turcas.
¿La salida a la crisis? El gobierno turco, tras la invalidación del sufragio parlamentario para la propuesta del Primer Ministro, se ha ofrecido a repetir la votación. Sin embargo, el quórum obligatorio para llevarla a cabo no se conseguirá, al existir un boicot por parte de los grupos de la oposición. El mandato del actual Presidente termina a mediados de mayo, así que se espera que se mantenga en el cargo hasta las próximas elecciones generales, que han sido adelantadas al 22 de julio.
Mientras, los turcos se echan a la calle en manifestaciones masivas en defensa de la laicidad de su estado, 600 personas resultan detenidas tras encontronazos con la policía en la del Primero de Mayo, reducida con gas lacrimógeno incluido, la lira y la bolsa se derrumban, el proceso de adhesión a la Unión Europea se pone más cuesta arriba que nunca. Desde luego, no están por venir dos meses fáciles. A ver qué pasa después.
Más:
Q&A: Turkish political crisis (The Guardian)
A brief history of Turkey (The Guardian)
Q&A: Turkey's political crisis (BBC News)
Turkey's anguish over secularism (BBC News)
Hundreds detained in Turkey rally (BBC News)
Turkish stocks and currency slump (BBC News)
Mapping the road ahead for Turkey (BBC News)
Nuevas manifestaciones en Turquía contra los islamistas moderados (El País)
Una Turquía laica sin libertad religiosa (El País)
El Parlamento de Turquía aprueba adelantar las elecciones legislativas al 22 de julio (EL Mundo)
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